El artista ha vuelto a tocar en Madrid el pasado domingo 13 de octubre con su gira “Cero Emisiones Contaminantes Desde Ya” y se lo ha pasado muy, pero que muy bien.

Manolo García llenó el WiZink Center de un ambiente positivo y de paz con mensajes muy sólidos que calaron entre los madrileños desde el minuto uno. Demostrando que no solo con su música, sino también con su palabra, el artista es un gran orador.

El ex vocalista de El Último de la Fila no dejó su pasado a un lado, sino que intercaló canciones de la conocida banda como ‘Insurrección’ o ‘Como un burro amarrado en la puerta del baile’, con canciones de su etapa en solitario como ‘Pájaros de barro’ o el hit ‘Nunca el tiempo es perdido’. Consiguiendo con esto una mezcla homogénea de sensaciones en un show disfrutable para sus seguidores más veteranos y los más recientes.

García en ocasiones frenó el «Manooolo, Manooolo, Manooolo…» que le coreaba su público para reconocer a sus músicos, poniéndoles a su misma altura, realzando su talento e importancia sobre el escenario. Importancia que también quiso dar el cantante a todos los allí presentes, acercándose todo lo que pudo a cada uno de los rincones del antiguo Palacio de los Deportes, mencionando que «todos se merecen ver el concierto por igual».

No hay duda de que el catalán es un artista «de los de antes«, de los que sabe que sin su público no sería quien es; sentimiento del que carecen muchos cabeza de cartel actuales. Por eso y por todo lo que provoca con su música, un concierto de Manolo García es el lugar ideal para saltar, llorar, bailar, reír, y sobre todo, cantar.