
Tres años de Motomami: radiografía de la transgresión

El ya icónico póster de ‘Motomami’ / Fuente: @rosalia en X
- El disco de Rosalía se alzó como una declaración de intenciones que modificó hasta el vocabulario coloquial
- Los adelantos y su propio estreno no estuvieron exentos de debate público
Mientras las semanas son pasadas por agua en la mayoría de la Península Ibérica, hace tres años la tempestad venía en forma lírica. El 18 de marzo de 2022, después de meses de expectación, suposiciones y controvertidos comunicados, Rosalía finalmente lanzaba al mercado su tercer álbum de estudio, Motomami. Si bien sus inicios fueron difíciles, no tardó en consagrarse como una de las propuestas artísticas más valoradas, tanto por público como por crítica, y con mayor rango de influencia de los últimos tiempos.
Los antecedentes del fenómeno
Su creadora procedía de una situación privilegiada. Si bien ya había recogido cierto éxito con su primer disco, Los Ángeles, fue el segundo el que la sepultó a la fama. El mal querer, sacado en 2018, corroboró la existencia de una nueva estrella del panorama español. Su concepción narrativa, con cada canción siendo un capítulo, la mezcla de ritmos contemporáneos con los tradicionales flamencos, así como un estilismo urbano de la artista, fueron enormemente aplaudidos.
De todos modos, también le costó críticas de ciertos sectores tildando su arte como apropiación cultural de la cultura gitana. Estas opiniones no fueron suficiente para detener lo que vino después; premios, bolos internacionales y colaboraciones con aclamadas figuras como J Balvin u Ozuna.

Rosalía en un concierto en 2019 durante su época ‘El Mal Querer’. El vestuario lo confirma: apuesta por el rojo, uñas kilométricas y gusto por lo ceñido / Fuente: @rosalia en X
Ante este torbellino, muchos empezaron a especular cuál sería el próximo movimiento de la catalana. Tras confesar en diversas entrevistas que estaba elaborando nueva música, el anuncio oficial llegó el 2 de noviembre de 2021. Su siguiente trabajo, Motomami, vería la luz el año siguiente. Evidentemente, la ilusión creció exponencialmente.
Los primeros vestigios del incipiente imperio no tardaron en llegar. 9 días después de la bomba, la cantante estrenó el primer sencillo de tan aguardado disco: La fama, en conjunto con The Weeknd, una bachata con alegatos al peso de ser figura pública.
La naciente polémica
Si se mencionan artefactos explosivos, hay que desplazarse a enero de 2022. Tras ya haber levantado espinas con el pequeño extracto que había revelado de Saoko por su carácter experimental, la superlativa sorpresa venía envuelta en modo Tiktok. 24 segundos, con Rosalía sentada en un telesilla y presentando Hentai, fueron suficientes para abrir el debate.
El motivo fue su curiosa letra, con resonados versos como Te quiero ride / como a mi bike o Segundo es chingarte / lo primero es Dios. Muchos se mostraron estupefactos y engañados con el chabacano, e incluso paródico, nivel de las estrofas. Tal fue el revuelo que la propia cabeza pensante de dichas palabras salió en un tuit a defender su creación.
Tras miles de nuevos mensajes desaprobando el presunto tono irrisorio de Chicken Teriyaki, finalmente el tercer mes del año el trabajo completo quedó al servicio de todos. Contenía 16 pistas donde un estilo vanguardista se enfrentaba a otros más convencionales. Se unían baladas, Como un g, el reguetón melancólico de Candy, y el folclore que le dio el prestigio un tiempo antes, representado por Bulerías.
La consagración del mito
Aunque el camino hasta alcanzar la aceptación no comenzó con pie derecho, después de la tempestad llega la calma. Y, en este caso, se cumplió: sus seguidores abrazaron el toque arriesgado de la obra y los medios lo alabaron. Unos meses más tarde, su legado quedó patente: la española se embarcó en una gira transoceánica bajo el nombre Motomami World Tour.
Iniciada el 6 de julio en Almería, recorrió Europa y América durante casi medio año. La puesta en escena mezcló el minimalismo con la estética videoclip. Además de recaudar millones de euros, consiguió viralizarse en redes y hacer de la mueca que imitaba la compositora antes de interpretar Bizcochito una de sus señas de identidad.

La foto, con los elementos claves del estilo conocido como ‘motomami’ donde se anunciaron todos los destinos de la gira / Fuente: @rosalia en X
La reputación del disco trascendió las fronteras melódicas. El fenómeno motomami también se incorporó en la jerga de la generación Z, abarcando éste un estilo de ropa, caracterizada por el cuero, las chupas moteras y los accesorios, o incluso un estilo de vida. Una decide lo que es ser motomami (…) yo me siento una porque mi madre lo es, y mi abuela también (…) si tú te sientes motomami, lo eres confesó la propia Rosalía cuando fue invitada a El Hormiguero a promocionarlo. Su significado, por ende, nos redirige a una mujer segura de sí misma, de ahí la moto, pero que pretende cuidar aquello que ama, mami.
El futuro sin firmar
El tiempo ha puesto todo en su lugar. Tras finalizar el verano, la rompedora artista comercializó Motomami Deluxe, con otros 7 tracks. En 2023 ganó su segundo Grammy. Más recientemente, la revista cultural Rolling Stones posicionó el álbum en el puesto 22 de entre los mejores del siglo XXI.
Efectivamente, el universo motomami sigue haciéndose paso allá por donde va. La única incógnita que queda por resolver es si la barcelonesa de más renombre conseguirá reinventarse una vez más cuando saque su próximo proyecto. Sea más tradicional o irreverente, ha quedado claro que una verdadera motomami puede con todo lo que se interponga en su senda.