Un Barça femenino sin brillo se despide de su cuarta Champions

Aitana Bonmatí en la final de la Champions femenina | Fuente: @FCBfemeni (X)

  • El Barça femenino cae sin respuestas en la lucha por la cuarta Champions.
  • El equipo azulgrana se queda sin trofeo tras una actuación gris y un solitario gol del Arsenal.

El Barça Femení no pudo revalidar su corona europea en una final que quedará marcada por el desencanto. El Arsenal se impuso por 1-0 en el Estadio José Alvalade gracias a un tanto de Stina Blackstenius en el minuto 74. El equipo inglés se mostró más sólido y efectivo, mientras que las azulgranas no consiguieron imponer su estilo de juego habitual.

Aitana Bonmatí, que en la previa había asegurado que eran «el equipo a batir», terminó la noche entre lágrimas. «Estoy muy jodida. La verdad es que no me lo creo. Pienso que tenemos que volver a empezar el partido y hacer las cosas diferentes… pero así es el fútbol”, declaró tras el pitido final.

Pere Romeu y Aitana Bonmatí en la rueda de prensa previa a la final de la UWCL | Fuente: FC Barcelona

Para el conjunto londinense, esta victoria supone su segunda Champions tras más de 18 años sin levantar el trofeo. Bajo la dirección técnica de Renée Slegers, el equipo ha crecido de forma exponencial y ha sabido aprovechar el bache de las azulgranas.

Con este triunfo, el Arsenal se une al reducido grupo de clubes capaces de doblegar al Barça en una final europea. Un golpe que, sin duda, obligará al conjunto catalán a reflexionar profundamente sobre sus próximos pasos.

Jana intentando consolar a una Aitana hundida | Fuente: FC Barcelona

Tras el partido de hoy, las reacciones de los aficionados del Barça Femenino han sido contundentes y reflejan una profunda decepción con el rendimiento del equipo. A pesar de reconocer la solidez defensiva y el liderazgo de Aitana Bonmatí, las críticas se han centrado en la falta de respuesta táctica desde el banquillo y en el bajo rendimiento de jugadoras clave como Caroline Graham Hansen.

Dudas en la gestión del banquillo

También se cuestionó la decisión de no dar minutos a jugadoras como Sydney Schertenleib, que podrían haber aportado amplitud ofensiva, y el mal planteamiento inicial por parte del entrenador. La falta de ritmo, descoordinación y lentitud fueron elementos señalados como causas principales del mal juego. Además, algunos aficionados comienzan a pedir una renovación en la defensa e incluso ponen en duda la continuidad de Alexia Putellas como pieza fundamental.

Más allá del resultado, la final de Lisboa dejó claro que la Champions Femenina se ha igualado, y que ya no hay equipos invencibles. Si algo ha demostrado este torneo, es que la experiencia debe ir acompañada de hambre competitiva.

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